El barrio Yungay

El Barrio Yungay es el primer barrio construido en Santiago despues del Barrio Cívico. Fue considerado como tal al traspasar los limites originales de la estructura urbana. La creación oficial del barrio fue por un Decreto Supremo del Presidente Joaquin Prieto en 1839. En sus inicios era conocido como La Villita o el Llano de Portales, ya que la familia del Ministro Diego Portales eran los poseedores de las primeras propiedades.

El Barrio Yungay ha sido casa de hombres intelectuales que impulsaron el desarrolla educacional, cultural y politico del país. Algunos de ellos son Eusebio Lillo, Igancio Domeyko y Rubén Darío. El barrio es un ejemplo arquitectónico con sus edificaciones antiguas de valor patrimonial. Tambien posee el mayor numero de museos en la R.M. de los cuales podemos mencionar al Museo de Historia Natural y el Museo Solidaridad Salvador Allende. Lo más caracteristico del barrio es la Plaza Yungay en la cual se celebra la Fiesta del Roto en homenjae a la victoria chilena sobre la Confederación Perú-Boliviana. "Antiguamente se celebraba con fiesta de disfraces, espectaculos para los niños, se tiraba chaya y vendían empanadas. Ahora es algo ordinario con puros curados alrededor", dice Ida Guzmán, trabajadora de los Baños Catedral. Una de las avenidas principales, la avenida San Pablo, fue en su tiempo de gran importancia por el trafico hacia Valparaiso y por sus multiples comercios. Ahora sólo posee uno que otro local. "San Pablo antes era comercial, había muchas tiendas, zapaterias y restaurantes, era como ir al centro. Ahora está decaída", dice Margarita Calaf, jubilada.

El barrio siempre ha tenido un caracter inmigrante y ha recibido extranjeros, principalmente peruanos pero también bolivianos, colombianos, portugueses, etc. "Ellos se establecen aquí porque es muy central y principalmente porque tienen la posibilidad de vivir barato, hacinadas 10 personas en una sola pieza", dice Manuel García, un auxiliar de la plaza. Una de las mayores ventajas del barrio es su cercanía al centro y comercios, a las cuales se puede llegar caminando. Otras de las características que hacen al barrio acogedor son la tranquilidad en las calles y la vegetación que abunda la plaza. "A mí me gusta mi barrio porque hay mucha vegetación, árboles antiguos y grandes" dice Jaime Tapia , habitante del barrio desde los siete años.

Aunque algunos habitantes del barrio consideren que ha cambiado para mal, que "ya no es el barrio bonito y tranquilo de antes, ahora sólo existen curados y pura basura en la calle" (Margarita Calaf) todos afriman que el Barrio Yungay tiene su encanto ya sea por sus plazas verdes, por su fácil movilización, o por sus casas bonitas.

Por Tania Herrera.